Tienes en mente un diseño de un determinado objeto que piensas puede tener una gran aceptación comercial. Ese diseño lo plasmas es un papel o un en un archivo CAD con un ordenador y así consigues tu primer prototipo.

Pero, ahora, necesitas tocarlo, ver su funcionalidad. Quieres saber cómo quedará en el mundo real ese objeto, qué aspecto tendrá, cómo será su volumen…

Pues bien, esta es la función que tiene un prototipo 3d. Te explicamos qué es y cómo hacer el prototipo de un producto

Qué es el prototipo de un producto

Podemos definir el prototipo como una versión real, en 3D, de una idea o de un diseño que está plasmado. Podemos decir que es el paso del pensamiento o del dibujo a un objeto con volumen que podemos ver y tocar, con el que podemos interactuar para experimentar cómo es, cómo se mueve, cómo queda en la mano, etc. 

Existen diferente tipos de prototipos, según su función y nivel de desarrollo:

  • Prototipo visual: muestra el tamaño y la forma del producto, pero no es ni funcional ni está realizado con los materiales finales del producto. 
  • Prototipo de concepto: es un modelo rudimentario que puede ser medianamente funcional para explicar la idea del producto, qué se podría lograr con él. No tiene que ser completamente funcional, solo darnos una idea, ni estar hechos con los materiales previstos. 
  • Prototipo de presentación: se utiliza para enseñarlo a inversionistas y posibles compradores. El prototipo ya es funcional y está realizado con materiales que incluso pueden ser mejores que los previstos en el diseño. Un ejemplo serían los “concept cars” que se llevan a las ferias de muestras. 
  • Prototipo de preproducción: sería el siguiente paso al prototipo de presentación. El producto es funcional, pero ya se incorporan los materiales y funciones previstas en el diseño original. Ya está casi listo para su producción en masa. Está muy próximo al modelo de producción. 

La diferencia entre modelo y prototipo está en la capacidad que tiene cada uno de ser replicable a escala industrial.

El modelo ya está listo para crear objetos iguales que él. Sería el último paso del diseño, mientras que el prototipo sirve para testarlo, probarlo, exhibirlo, pero no para replicarlo. Incluso para probar funciones y materiales que después no se van a llevar a la práctica, porque se quedan en el terreno de los conceptos. 

Cómo hacer el prototipo de un producto

Ya sabemos qué es un modelo y en qué se diferencia de un prototipo. Pero ¿cómo prototipar un producto? Dependiendo del tipo de industria, existen diferentes técnicas para prototipar los diseños industriales.

Según el tipo de producto y de lo que queramos lograr con los prototipos, utilizaremos técnicas más o menos complejas. Lo que sí tienen en común casi todas es que existe un alto grado de manufactura y del trabajo artesanal, donde solo se emplean las manos y herramientas sencillas. 

Pero esto ha cambiado mucho gracias a las impresoras 3D. Con ellas podemos fabricar objetos completos que sirven para constatar la apariencia del producto (formas, medidas, volumen) y probar su funcionalidad.

También podemos fabricar piezas que después se ensamblarán en un producto más complejo. Como ejemplo, tenemos coches de los que se han impreso gran número de piezas con tecnología 3D o reproducciones en 3D de elementos decorativos y arquitectónicos.

También tiene un amplio desarrollo en medicina, donde se fabrican prototipos de prótesis y piezas dentales. En medicina, muchas de las impresiones son totalmente funcionales y se pueden usar en la vida real. 

 

Gracias a la tecnología 3D, ya sabemos cómo hacer el prototipo de un producto de forma rápida, económica y funcional. Se ahorran muchas horas de trabajo y se reducen los costes de materia prima, lo que facilita una rápida transición del diseño a la fase de producción.