Hay colectivos muy interesados en conocer la relación existente entre la impresión 3D y medio ambiente. Cada vez son más las empresas responsables del sector que se preocupan por reducir el impacto ambiental. Crear un futuro sostenible y reutilizar el plástico de la impresora 3D es una realidad al alcance de nuestra mano.

Hay muchos que sostienen que la impresión 3D constituye una nueva Revolución Industrial, por lo que afirman que se necesita un tipo de manufactura que proteja el medio ambiente en la mayor medida posible.

La denominada “huella ecológica” se puede medir desde la escala de producción, los materiales utilizados y el ciclo de vida de los productos fabricados.

Impresión 3D y medio ambiente

La impresión 3D con plástico reciclado es una alternativa si tenemos en cuenta que el medio ambiente y este tipo de impresión han ido de la mano casi desde el inicio de la tecnología de la fabricación aditiva.

Además, algunos investigadores señalan que se promueve una economía circular al reutilizar ciertos materiales para acabar con los desechos plásticos, electrónicos o de comida, entre otros.

Una de las ventajas principales es que este tipo de impresora utiliza menos material que otros métodos de fabricación. Durante el proceso se funde y fusiona solo la cantidad necesaria para producir una pieza. Esto dista bastante de la fabricación tradicional.

Asimismo, algunos argumentan que también se usa menos energía, por lo que la generación de residuos disminuye.

Cómo contribuye la impresión 3D a la conservación del medio ambiente

El papel de la impresión 3D en el reciclaje y cuidado del planeta es clave. A continuación, enumeramos algunos de los impactos positivos que tiene su uso en el mundo y cómo esta tecnología beneficia a ciertos sectores.

Catástrofes

La impresión 3D ha sido muy meritoria para ayudar en catástrofes y aliviar ciertos desastres naturales.

Este es el caso de la ONG Field Ready, que confió en esta tecnología para hacer conexiones de agua y arandelas después del terremoto de Nepal en abril del 2015. Producir piezas de repuesto ayudó a estas comunidades a reconstruir la infraestructura más rápidamente.

Crear viviendas económicas

La vivienda impresa en 3D se ha considerado como una alternativa a las viviendas de bajo coste. Su utilización en la construcción es capaz de construir una casa de una sola planta, en menos de 24 horas. Esta idea es excepcional para los países en vías de desarrollo.

Transporte eficiente

La tecnología 3D para la fabricación industrial puede ayudar a reducir los desperdicios y producir bajo demanda.

Uno de los mayores beneficios es la reducción de peso a través de la optimización geométrica de la pieza. Esto puede ser rentable en un futuro próximo para reducir las emisiones que generan los aviones y automóviles. Nos referimos a millones de toneladas.

En resumen, a la impresión 3D aún le queda un largo camino por recorrer; no obstante, se vislumbra un futuro lleno de posibilidades para contribuir a mejorar el entorno y reducir las emisiones contaminantes en el medio ambiente.