Hasta ahora hemos dedicado varios artículos a la impresión 3D con distintos tipos de fibras y materiales plásticos, que son los materiales más empleados por la industria 3D. Pero en los últimos años, se han desarrollado interesantes aplicaciones basadas en la impresión 3D de metal. En este post, te vamos a hablar de una iniciativa muy interesante y prometedora: la impresora 3D con titanio.

Cómo funciona la impresión 3D de titanio

La impresión 3D de titanio se basa en la tecnología de fusión mediante láser, donde nos encontramos con dos técnicas diferentes: el DMLS (Sinterizado Directo de Metal por Láser) y el SLM.

En ambas técnicas, un haz de láser calienta el metal, titanio en nuestro caso, hasta que alcanza su punto de fusión. El titanio se convierte en polvo con este proceso, y podemos conformar, capa a capa, el objeto 3D partiendo del modelo previamente diseñado.

El problema del titanio es que funde a una temperatura muy alta (1600 grados), por lo que es necesario tener una gran capacidad técnica para poder fabricar piezas con esta tecnología.

Para qué puede servir la impresión 3D de titanio y sus ventajas

Las propiedades del titanio son:

  1. Gran resistencia,
  2. bajo peso,
  3. muy resistentes a la corrosión.

Esto lo hace especialmente indicado para importantes usos en industrias muy diferentes. El titanio está presente en el sector aeronáutico, donde es muy apreciado para conseguir aleaciones muy resistentes y de bajo peso, y también en la industria militar para la fabricación de todo tipo de armas (pistolas, helicópteros).

También tiene una amplia cabida en el terreno sanitario. Se construyen en titanio multitud de prótesis. Está presente en los implantes de caderas, férulas de todo tipo, tornillos para huesos, material e instrumental quirúrgico, implantes dentales y más. Su bajo peso y su anticorrosión lo convierten en un material extremadamente biocompatible.

También se emplea para la fabricación de sillas de rueda y muletas, por su resistencia y bajo peso.

El titanio también forma parte de todo tipo de objetos: cañas de pescar, cascos, sillas de rueda, palos de golf, raquetas, piercings corporales, bicicletas.

Las ventajas que tiene la impresión 3D de titanio y de otros metales son muchas:

  • Reducción de costes frente a la industria tradicional. La impresión 3D es mucho más económica y podemos fabricar unidades o series cortas de productos sin tener que hacer una gran producción para amortizar los costes.
  • Simplificación de los procesos de fabricación, ya que evitamos las fases de fabricación del molde, fundición y ensamblaje.
  • Se puede producir a distancia. Podemos tener el departamento de diseño en un punto y la impresora 3D en otro lugar.
  • Podemos fabricar prototipos a un coste más reducido, lo que abarata las fases de diseño y desarrollo.

 

La impresión 3D con titanio abre un horizonte muy esperanzador. Solo tenemos que pensar en los usos que tiene el titanio en industrias de alto valor como la aeronáutica y la importancia que tiene en la medicina para darnos cuenta de todo lo que podemos hacer con un ordenador y una impresora 3D.